El hombre estaba recogiendo setas en el bosque cuando oyó un chillido que le pareció primero como el de un gatito. Pero cuando se intensificó, buscó en los arbustos y encontró no a un gato sino a un recién nacido.
El bebé de entre dos y tres semanas de edad estaba envuelto en un pañal y recostado sobre la hierba alta. El recién nacido estaba extremadamente desnutrido y casi no respiraba, por lo que fue trasladado inmediatamente al hospital. Ahora los médicos estabilizaron su condición pero aún la consideran como grave.
“El bebé habría pasado en el bosque dos días”, dijo la policía local. “Es un milagro que quedara con vida y no muriera de hambre ni fuera presa de los animales salvajes. Está claro que su madre lo había condenado a muerte, pero el niño ha tenido mucha suerte.”
Mientras los médicos luchan por salvarle la vida, la policía está tomando medidas para localizar a su madre. La búsqueda se complica porque el niño fue encontrado cerca de una carretera y cualquier coche que pasara por allí pudo haberlo abandonado.
Especialmente para casos como este fue lanzado el programa "La cuna de la esperanza", que consiste en colocar en los principales hospitales las llamadas 'babybox', o 'ventanas de vida', para que las mujeres dejen ahí a los niños no deseados o a los que no pueden mantener.