Estas uniones arregladas de forma temporal no son jurídicamente vinculantes y terminan cuando los hombres regresan a sus países de origen: Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos y Kuwait.
Según el informe 'Trata de Personas' del Departamento de Estado de EE.UU., muchas veces estos 'noviazgos' temporales son facilitados por los padres de las niñas, que se benefician de la transacción.
Los turistas adinerados pagan a las familias pobres a través de intermediarios sumas que oscilan entre 495 y 4.950 dólares. Las jóvenes víctimas, algunas menores de edad, se ven obligadas a servir como esclavas sexuales.
Ningún extranjero puede casarse con una niña egipcia si entre ellos hay una diferencia de edad de 10 años, de acuerdo con las leyes estatales. Pero los padres e intermediarios esquivan esta restricción.
El sexo antes del matrimonio está prohibido por la ley islámica y la mayoría de los hoteles y los propietarios exigen la confirmación documental del enlace antes de permitir que una pareja comparta una habitación.
Algunas de las víctimas van al país de su marido para trabajar como sirvientas, mientras que las que se quedan en Egipto son rechazados por la sociedad conservadora, sobre todo si tienen hijos tras esta unión temporal.
La vergüenza obliga a muchas a dejar a estos bebés en los orfanatos o a abandonarlos en las calles. Muchas de ellas también se ven obligadas a prostituirse.