Así, se podrán oír diferentes tipos de risa, crecientes en intensidad: desde la risita de las 10 hasta la risotada de las 18. Es una parte de un curioso proyecto artístico denominado 'Se permite reír', cuyos impulsores Carolyn Krüger y Brigitte Kottwitz, de Fráncfort del Meno (Alemania), creen que reír es muy útil para la salud y exhortan a todos los residentes a practicar más esta 'terapia'.
Las autores de la idea estudiaron los trabajos de diferentes científicos sobre la influencia de la risa en estado físico y psíquico de los individuos. Los investigadores decidieron llevar a cabo un experimento y regalar a los residentes de Basilea unas dos semanas alegres para recordarles la importancia de la sonrisa en la vida cotidiana.
El sonido de esas 'campanadas alegres' fue especialmente creado por Krüger y Kottwitz.
El acto inaugural, que tendrá lugar el 10 de agosto por la tarde (hora local), comenzará con un informe de Vortrag von Harald-Alexander Korp,docente de teología de la Universidad de Múnich (Alemania) y entrenador del yoga de la risa, un tipo de práctica de meditación que enseña relajarse riendo. Allí hablará sobre su trabajo titulado '¿Si Dios se ríe? El gracejo y el humor en la religión', que también subraya que la religión y la risa son dos cosas que complementan una a la otra.