Algunos años atrás, la familia del diseñador Van Bo Le-Mentzel se vio obligada a abandonar su país natal, Laos, desde entonces el arquitecto ha dedicado su vida a desarrollar una vivienda sencilla y compacta. Según su creador, estas diminutas casas podrían instalarse no sólo en Alemania sino también en Mumbai, Nueva York y otras ciudades importantes y populosas.
A pesar de su pequeño tamaño, la casa tiene una puerta con cerradura, una ventana e incluso una silla. Si desea dormir basta con poner la casa de lado, poner el colchón y ya se convierte en un dormitorio.
Pesa sólo 40.8 kilos y tiene ruedas. La idea del arquitecto es que la casa puede entrar por cualquier puerta, ya de una casa más grande, un ascensor o el metro y hasta meterla en el coche.
Quizás su desventaja más significativa sea la falta de un cuarto de baño, pero eso no ha detenido a la compañía BMW Guggenheim Lab que ya la ofrece por sólo 300 dólares.
Los críticos creen que no se trata de una casa sino de una ‘caseta de perro’: "Este edificio no puede ser llamado una casa si no hay baño ni cocina. Además, en lugar de una cama hay una gran almohada", aseguran.