En su predicación, Ralf Schmidt, instó a no tener miedo al sexo, alegando que los deseos carnales son de Dios y no del diablo. “No hay vida sin erotismo, y no hay vida sin Dios”, dijo el sacerdote citado por el diario ‘Frankfurter Rundschau’.
Durante la misa Schmidt pidió a los feligreses cogerse de las manos para sentir la cercanía entre sí, mientras el organista en ese momento tocaba la melodía de Elvis Presley, ‘Ámame tiernamente’, agrega el rotativo ‘The Local’.
El sacerdote había anunciado con antelación en qué consistiría su homilía, sin embargo, por temor de que sus palabras fueran tergiversadas en los medios de comunicación, que mostraron gran interés por el evento, se vio obligado a suavizar su texto. En particular, el pastor se abstuvo de predicar el pasaje en el que se suponía debía hablar sobre las expresiones obscenas que describen al sexo.
Para escuchar la misa llegaron unas 200 personas, que reaccionaron favorablemente ante el sermón. La iglesia protestante, a la que pertenece la parroquia, no criticó la iniciativa de Schmidt, más bien indicaron que el tema del amor carnal es tratado con bastante regularidad por sus sacerdotes.