Marcos Worsfold, un entrenador de artes marciales de 54 años que sufre la enfermedad de Parkinson, acudió como espectador a la carrera olímpica de ciclismo en ruta masculino el pasado el 28 de julio. Estaba sentado en un muro junto a la carretera por donde se disputaba la carrera cuando de repente dos policías lo tiraron al suelo y lo esposaron.
La Policía del condado de Surrey alegó que arrestó al hombre por "quebrantamiento de la paz" y argumentó que su comportamiento suponía un "motivo de preocupación". Los agentes, indica el diario británico The Guardian, le preguntaron por qué no se le veía disfrutando del evento.
Por su parte, Worsfold afirma que debido a la enfermedad degenerativa que padece, su rostro puede parecer en ocasiones inexpresivo e insiste en que la Policía reaccionó de forma exagerada.
“Podrían haber actuado de otra manera. Fui detenido por no sonreír. Tengo Parkinson", dijo Worsfold, según cita ese mismo medio.
De acuerdo con el inspector jefe Gavin Stephens, el arresto fue "en aras de la seguridad pública". También señaló que los funcionarios se vieron obligados a actuar rápida y decididamente.
Aunque Worsfold envió una carta a las autoridades en la que agradecía las disculpas de los oficiales que le detuvieron, quiere proteger su reputación como entrenador de artes marciales y por ello exige que la Policía de Surrey deje de manifiesto que actuó de manera desproporcionada.