Las 32 escuelas seleccionadas impartirán en inglés las asignaturas de matemáticas y ciencias, mientras que el resto de las materias se enseñarán en español. Además, se pretende abarcar a todo el sistema educativo en el plazo de los próximos 10 años.
Según las autoridades puertorriqueñas, la iniciativa tiene como objetivo ayudar a los niños a adquirir el dominio del inglés y satisfacer la demanda de los padres. Indican que en la mayoría de los casos, para conseguir un puesto de trabajo, es necesario dominar ambos idiomas, aunque el español es fundamental para obtener un empleo en Puerto Rico.
El nuevo plan ha generado una fuerte polémica en la sociedad puertorriqueña, que tiene ciertas dudas. Una de las dificultades más obvias es la preparación de los profesores para impartir las clases en inglés. Para resolver este problema el Gobierno ha lanzado cursos intensivos para adiestrar a los maestros con el fin de que puedan impartir las clases en esa lengua.
El inglés fue impuesto de forma obligatoria en el sistema educativo público de Puerto Rico entre los años 1900 y 1948, hasta que volvió a las escuelas el español.
Actualmente, el español y el inglés son lenguas oficiales en Puerto Rico, aunque la mayoría de la población local tiene al español como su lengua materna.