No obstante, el pequeño ladrón no se guardaba el dinero, sino que lo repartía entre los pobres. En el puesto policial el niño confesó que es autor de cuatro robos y contó de qué modo “ayudaba” a sus compatriotas.
Les explicó a los policías que un día, cuando pasaba cerca de la estación de buses de la ciudad de Sutomore, vio a un grupo de jóvenes que le parecían pobres, les preguntó si tenía dinero y dijeron que no. Entonces el menor les regaló 700 euros.
Puesto que el chico tiene tan solo 8 años no habrá cargos por responsabilidad penal. Sin embargo, el fiscal ordenó al servicio social que se ocupe de este caso y determine por qué el pequeño se dedicaba a robar y repartirlo.