“Uno se cree que publica una foto o hace un comentario y tiene la sensación de que queda como si fuera entre un grupo de amigos. Pero uno no sabe quién está detrás de las redes sociales ni quién está viendo lo que estamos haciendo”, advierte el informático Francisco Amato.
La inconsciencia en el momento de compartir información en las redes sociales es el talón de Aquiles que muchas bandas de ciberdelincuentes saben aprovechar. Tras un estado del tipo “Me voy de vacaciones” los ladrones ven una casa susceptible de ser robada.
Ekoparty, la comunidad de hackers más grande de América Latina, llevaron a cabo un experimento para demostrar lo rápido que es obtener en Argentina datos de los 27 millones de usuarios de Internet en las redes sociales.
“Hicimos un análisis de Twitter para ver cuánta gente publica mientras está de vacaciones”, explica Francisco Amato. Desde 8.000 ‘tweets’ los hackers accedieron a 600 perfiles de personas que habían dejado sus hogares temporalmente. Tras comprobar los datos reales de esos usuarios en las redes sociales, se pueden contrastar con una base de datos pública en Internet, que asigna teléfonos y direcciones.
Aunque en Argentina no existen estadísticas oficiales actuales, las aseguradoras privadas afirman que se ha registrado un aumento sensible de los robos a viviendas en épocas de vacaciones. Los vacíos legales sobre la seguridad informática y el carácter anárquico que define Internet son serias dificultades a la hora de regular su uso y evitar estos casos de algún modo.