El pequeño león, de entre dos y cuatro meses de edad, cabe en una jaula para transportar gatos domésticos. En su cautiverio, el pequeño 'rey de la selva' tuvo que completar un viaje de centenares de kilómetros.
Un vendedor de especies exóticas y una de las jefas del zoo de la ciudad rusa de Rostov del Don, en el sur del país, decidieron vender este ejemplar de león, animal que está en la lista de los animales amenazados e incluido en la Convención sobre el comercio internacional de las especies salvajes de flora y fauna en peligro de extinción.
Pese a que este tipo de cachorro de león puede alcanzar en el mercado negro un valor de 15.000 dólares, el comerciante lo vendió por unos 6.000. Para capturar al contrabandista los agentes de policía realizaron una compra ficticia. Cuando los policías se presentaron ante el delincuente, el hombre ni siquiera opuso resistencia.
Actualmente -de acuerdo a la ley rusa- la compra de animales exóticos por parte de criaderos privados se puede realizar sólo en caso de tener un permiso y a condición de que el ejemplar no esté incluido en la lista de animales en peligro de extinción.
Muchos señalan que la legislación actual no protege lo suficiente a este tipo de especies. Para endurecer los castigos por el comercio ilegal y
cautiverio de animales en peligro de extinción, un grupo de legisladores rusos ha sugerido un proyecto de Ley que establece la asignación de una multa de casi seis mil dólares a los que cometan este tipo de delitos, además de someterles a trabajos obligatorios sociales de entre 6 meses y dos años, o una sentencia de hasta un año en prisión.