El incidente tuvo lugar en Lansing, capital de Míchigan, después de una velada estudiantil. Según relató Zachary Tennen, dos hombres le preguntaron si él era judío y después de que lo confirmó, empezaron a golpearlo.
Tennen recordó que los hombres ejecutaron el saludo nazi, gritaron “¡Hail Hitler!” y declararon ser miembros de la organización racista Ku Klux Klan.
Después de la paliza, los nazis comenzaron a torturar al joven, ‘cosiéndole’ los labios con una grapadora. En ese momento, el estudiante perdió el conocimiento. Luego Zachary volvió en sí, alcanzó levantarse y tomar un taxi que lo llevó a un hospital.
Todos estos actos de violencia fueron llevados a cabo ante la mirada de al menos 20 personas que participaban en una velada estudiantil.
La Liga Antidifamación (ADL, por sus siglas en inglés), una organización judía con sede en EE.UU., expresó su indignación por todo lo sucedido. "El crimen cometido contra Zachary Tennen fue el más cruel en los últimos 11 años", consideró la portavoz de esa institución, Betsy Kallman.
Los compañeros de Zachary dicen que él es una persona amistosa y para nada conflictiva. “Es vergonzoso que en el Siglo XXI en nuestro país exista tal odio religioso. Nadie se debería experimentar alguna vez tan horror que he experimentado yo'', escribió Zachary en un mensaje enviado por correo electrónico a la agencia Associated Press.