De estos 22,1 millones de niños y adolescentes con problemas de escolarización en la región, 6,5 millones no asisten a la escuela y los otros 15,6 millones, aunque van a la escuela, tienen problemas relacionados con el desfase grado-edad o rezago escolar. Esto se agudiza por razones de género y nacionalidad o por el trabajo infantil.
Tras estudiar 31 países del área, los expertos concluyeron que los grupos más privados del proceso escolar son los indígenas, los afrodescendientes, los discapacitados y los residentes en zonas rurales.
Los autores del informe concluyeron que aun hay muchos "niños y niñas que ingresan tarde al sistema educativo, que fracasan reiteradamente, que no encuentran experiencias pedagógicas que les permitan desarrollar sus capacidades y que viven situaciones de discriminación".
Un 10% de los niños en edad entre 5 a 17 años trabajan. Por eso faltan más a la escuela que sus compañeros y obtienen, en promedio, entre 7 y 22 puntos menos en las evaluaciones de calidad de la enseñanza. En cuanto al género, en determinados contextos son los chicos los que presentan mayores tasas de exclusión, pero en otros, especialmente en el ámbito rural o indígena, son las mujeres.
"La educación es clave para hacer frente a las profundas inequidades en nuestra región. Debemos trabajar desde todos los sectores para que todos los niños, niñas y adolescentes puedan completar la escuela", dice en el informe el director regional para América Latina y el Caribe de Unicef, Bernt Aasen.
El estudio, divulgado por internet, fue realizado también junto al Instituto de Estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).