Los padres de la mujer, que hoy tiene 64 años, la casaron con un agricultor local, Ram Janam Singh, cuando tenía tan solo 12 años. Cinco años después Asharfi dio a luz a una niña y después empezó el 'infierno doméstico': el marido abusaba de ella física y mentalmente, según la mujer. Al cabo de otros cuatro años el hombre abandonó a la familia y pronto se casó con otra mujer.
La vida transcurría serena hasta que Asharfi recibió un certificado de su muerte, falsificado por su ex marido y enviado por el concejo municipal del distrito de Sasaram, donde vive. A finales de 1988, cuando la mujer tenía 40 años, empezó su larga lucha por demostrar que no estaba muerta.
A lo largo de 24 años la mujer llamó a las puertas de la Policía, los políticos y los tribunales, todo infructuosamente. Asimismo, recibía amenazas por parte de su ex marido y la nueva esposa de este.
Finalmente tras ocho meses de análisis de la petición de Asharfi Devi, tras examinar todas las pruebas, triunfó la justicia: la Corte de la aldea decretó que la mujer sí estaba viva. Sin embargo, el ex marido de la demandante, que también fue invitado al juicio, seguía insistiendo en que su mujer murió en 1988.