“Tenemos derecho a cambiar las series y las películas y adecuarlas a la legislación. Es una situación común. Son muchos países y las exigencias difieren de uno a otro en lo que se refiere al contenido que sale en la televisión. Por eso en los contratos hay una cláusula que permite adecuar las series a la legislación de un país concreto”, explica Lev Makarov, director general del canal televisivo ruso ‘2х2’.
Esta normativa también obliga a 'etiquetar' la información que podría provocar miedo, justificar la violencia o incitar a usar drogas. Así por ejemplo, las películas y los programas de televisión tendrán que establecer el límite de edad, según su contenido: + 6, +12, +16 y +18.
“Desde el punto de vista psicológico no hay duda que la información visual, en un contexto determinado, de una u otra manera influye en los niños. Con frecuencia crecemos tomando como ejemplo a los personajes de las películas y los dibujos animados. Es más nos identificamos con uno de los personajes. Y si los adultos pueden diferenciar lo bueno de lo malo, los niños no ven esta línea y asumen todos los papeles, sean buenos o malos”, sostiene el psicólogo Iliá Shabshin.
Indignación social
Sin embargo, esta ley ya ha generado una ola de críticas, especialmente por la posibilidad de que se prohíban los famosos dibujos animados de la época soviética que han divertido a varias generaciones.
Mientras unas cadenas de televisión están dispuestas a cumplir esta normativa, otras están a la espera de enmiendas y formulaciones más precisas. “Las formulaciones son ambiguas. Cada uno entiende esta ley a su manera. Ahora se trata de elaborar una plataforma única para que los medios y las cadenas puedan entender igual esta ley, para que puedan hacer sus recomendaciones”, opina Makarov.
La nueva ley, además, se extiende al espacio virtual. Sin embargo, todavía no está claro de qué manera se podría aplicar la normativa en la red.
Y mientras los medios esperan explicaciones sobre esta ley, se crea una situación bastante controvertida. Aunque algunos se devanan los sesos pensando con qué sustituir los famosos dibujos animados, todavía queda a disposición de los niños información de todo tipo a la que pueden acceder con un simple ‘click’.