Por las caras de los voluntarios que aparecen en el vídeo, de 150 segundos de duración, se pueden observar los cambios en la apariencia de una persona a medida que se acerca la vejez.
Así, el director abre esta curiosa galería de rostros con un bebé de pocos meses de vida, y la concluye con 'la sonrisa Colgate' de una abuela holandesa de 100 años.
Según confiesa el director, particularmente le fue difícil encontrar a una persona de 99 años de edad. Sólo cuatro meses después del inicio del proyecto, el ‘eslabón perdido’ finalmente apareció.