De acuerdo con el estudio, EE.UU. es cada vez más dependiente de la fuerza de trabajo, agua, productos frescos, pescado, mariscos y carne procedentes del norte de México, mientras que la región norteña mexicana depende cada vez más de los productos congelados procedentes del país vecino.
El informe, en el que participaron, entre otros, agricultores, ganaderos, pescadores, maestros y transportistas de siete estados fronterizos, subraya que la seguridad alimentaria y de agua de un lado de la frontera contribuye al hambre y la falta de alimentos y agua potable del otro lado.
Entre los datos que incluye el documento destaca que aproximadamente el 60% de los productos frescos que se consumen en EE.UU. durante los meses de invierno y primavera se cultivan en el norte de México.
Asimismo, señala que aunque el ingreso per cápita estadounidense es 5,6 veces superior al mexicano, estas tendencias nacionales no reflejan la realidad más cerca de la frontera. Así, según el estudio, los condados fronterizos de EE.UU. sufren niveles de pobreza dos veces superiores a los que tiene el país en su conjunto y los ingresos en estados ubicados en el norte de México son un 75% más altos que los de esa nación en su conjunto.
Por otra parte, la economía alimentaria de México cada vez está más dominada por las cadenas de supermercados que son propiedad o franquicias de corporaciones estadounidenses, indica el informe.
Aunque el estudio se centró en la región situada entre Sonora y Arizona, los investigadores aseguran que los datos son aplicables a toda la línea fronteriza.