En la página del semanal ‘Eesti Ekspress’ las imágenes de las víctimas del fascismo alemán se acompaña con un anuncio que menciona al doctor Mengele, un médico alemán nazi, especialmente conocido por sus experimentos con detenidos en el campo de concentración y exterminio de Auschwitz, en Polonia.
Millones de personas exterminadas: ¿motivo para bromas?
Cerca de la foto de los prisioneros esqueléticos de un campo de exterminio de la Alemania fascista los periodistas del ‘Eesti Ekspress’ escriben: “Un, dos, tres… ¡Las píldoras maravillosas del doctor Mengele harán todo el trabajo por Ud.!” Bajo la imagen hay otro anuncio en estonio: “En Buchenwald no había ni una gota de grasa”.
En su página en Facebook el vice alcalde de la capital estonia, Tallin, Mihhail Kõlvart, escribe, refiriéndose a la redacción del periódico que divulgó las polémicas palabras junto a las imágenes de las víctimas del Holocausto:
“Tengo una pregunta a los redactores del ‘Eesti Ekspressi’. ¿Cómo pueden Uds. usar las imágenes de los prisioneros torturados nazis para hacer publicidad? Y en global ¿de qué modo puedan ser convertidas en una broma los casos del exterminio masivo? ¿Están informados Uds., estimados redactores, que en el campo de concentración de Buchenwald habían ejecutadas 56.549 personas? ¿Y que el doctor Mengele (quien, a propósito, 'ejercía' en Auschwitz y no en Buchenwald) había realizado los experimentos monstruosos sobre los judíos? […] Además, Megele personalmente mandó a más de 40.000 personas a las cámaras de gas. ¿Les parece ridículo a Uds.?”, pregunta el vice alcalde de la capital del país báltico.
“Bromear con la memoria humana es indignante”
Obviamente que este acto de sacrilegio de la memoria de las millones de víctimas del Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial no puede considerarse como un ejemplo del ‘humor negro’ de una nación ‘civilizada’ europea. Mientras tanto, hace dos semanas en este mismo país de la Unión Europea, donde hasta ahora se sigue rindiendo honores a los veteranos de los escuadrones de las SS, apareció otra publicidad asombrosa.
A juicio de la compañía estonia GASTERM, el gas de cámaras localizadas en los campos de exterminio nazi debería evocar a la calefacción, porque esta empresa local de gas 'decoró' su página web con la foto de la tristemente famosa reja de acceso al campo de concentración de Auschwitz con el rótulo "Arbeit macht frei” (“El trabajo os hará libres”).
El ‘gesto’ de GASTERM indignó a la población hebrea de Estonia. La presidenta de la Comunidad Judía del país, Alla Jakobson, calificó como indignantes los chistes con el tema del Holocausto.
“La tontería humana no tiene límites. No puedo expresar lo que siento. No estoy sorprendida o pasmada. Esto es algo más. Es increíble, que tal cosa pudiera ocurrírsele a alguien. Con la cantidad de gente que murió en esa tragedia tan grande... las bromas con este tema son inoportunas. En general, bromear con la memoria humana, es indignante”, expresó Jakobson.