De acuerdo con el rotativo, fue el propio obispo, John Kirby, quien confesó al rotativo que en los años 90 pagó un equivalente a 165.000 euros a dos víctimas de un sacerdote para que los casos no llegaran a juicio.
No obstante, el sacerdote fue procesado, según el informe del Directorio Nacional para la Protección de los Niños en la Iglesia Católica (NBSCCC, por sus siglas en inglés), una institución supervisora de la Iglesia Católica Irlandesa que se ocupa de la revisión de las medidas que se toman para proteger a los menores de edad.
Según dicho informe, entre 1990 y 1997 se presentaron cinco denuncias contra el delincuente, que figura en el documento como ´Sacerdote A´. Fue encontrado culpable de pederastia y encarcelado.
El NBSCCC señala que en vez de denunciar ante las autoridades policiales los abusos sexuales contra los niños, el obispo prefirió simplemente mandar al ´Sacerdote A´ a otra parroquia. Por su parte, Kirby apunta que “pensaba que si separaba al sacerdote del menor solucionaría el problema, que era una amistad extralimitada”, según creía.
Esta particular visión sobre la pedofilia, “puede atribuirse a mi ingenuidad y extrema inocencia”, explicó el obispo, que también pidió perdón por la manera inapropiada de reaccionar a las denuncias.
Las denuncias mencionadas en el informe del NBSCCC están siendo investigadas por la Unidad de Delitos Sexuales, según afirmó el jueves el ministro de Justicia de Irlanda, Alan Shatter.