“Nos decían que debíamos permanecer en casa y no participar en las carreras y que debíamos preparar la comida y limpiar las casas”, recuerda Mona Ennab, miembro del equipo.
Zahalka Marah participó por primera vez en las carreras al comienzo de su adolescencia. Sus padres eran profesores de conducción y ayudaron al crecimiento del talento de su hija.
“Estamos frente a una sociedad patriarcal, por eso no es muy fácil. Al principio hemos tenido algunos problemas con nuestros vecinos, pero el apoyo de mi familia me ayuda a seguir adelante”, dice Zahalka Marah.
Ahora, las ocasiones en las que vencen a los hombres no son raras. Las mujeres han empezado a ganar a los pilotos masculinos, que ahora tratan de reclutarlas.
Pero entre los giros en círculo y las vueltas con freno de mano y todas las críticas, también está la realidad de la ocupación militar israelí en Cisjordania. La piloto profesional y mánager de este equipo femenino, Maysoun Jayussi, dice que la velocidad le ayuda a conseguir la libertad.
“Debido a la ocupación israelí y a los puntos de control siempre llegamos tarde, así que tuve que acelerar la velocidad para llegar a tiempo. Cuando estoy conduciendo, me siento libre de la ocupación", dice Mayson.
El grupo palestino Speed Sisters está formado por musulmanas y cristianas y, poco a poco, esas mujeres abren las fronteras mentales de la sociedad tradicional, quebrando sus estereotipos y, a veces, el escepticismo del público. Y parece que no es el final de su carretera, ellas no saben lo que es pisar el freno.