El lado oscuro del iPhone 5: la fábrica de ensamblaje 'aprieta las tuercas' a los obreros

Un periodista del diario chino 'Shanghai Evening Post' trabajó infiltrado durante diez días como un simple obrero en la cadena de montaje para el iPhone 5 en la fábrica de 'Foxconn' en Taiyuan, China, y ha compartido con los medios internacionales sus impresiones sobre las condiciones de trabajo.
El objetivo inicial del periodista era averiguar las novedades del iPhone 5, pero luego decidió contar la vida de los trabajadores. El reportero cuenta que en la primera semana solo recibieron clases de instrucción y que luego todos firmaron un contrato de trabajo en el que se comprometían a guardar silencio sobre cuatro cosas: toda la información técnica, el rendimiento de ventas, los recursos humanos y las estadísticas de producción. 

En el documento también figuraba una lista de solo 13 incentivos en comparación con las más de 70 penas y sanciones. "Una vez que pasamos la formación, nos enviaron inmediatamente al trabajo, a pesar de que era de noche. Nos permitían descansar sólo durante el día", relata.

En la entrada a la zona de producción había una señal de advertencia que rezaba ‘Zona Secreta’. Si el detector de metales se activaba eran despedidos de inmediato, y al sentarse en el puesto de trabajo debían seguir las instrucciones que se les daba.

"Mi primera tarea fue señalar la unión de las partes extremas de las cubiertas del teléfono. Aparecía en mi mesa una tapa cada tres segundos", recuerda el periodista. Según sus cálculos, por cada diez horas de trabajo él participó en la producción de más de tres mil iPhone 5. Solo en el proceso de fabricación de las tapas traseras participaban 48 trabajadores. El periodista no soportó allí más de 10 días, contando los de instrucción, y se despidió.

¿Qué es Foxconn?


Foxconn es una multinacional taiwanesa que en su mayoría fabrica productos electrónicos por encargo. Tiene la mayor parte de sus fábricas distribuidas por territorio de  República Popular China, y es conocida por mantener ciudades tecnológicas cerradas en cuyos territorios se encuentran las fábricas y dormitorios para los empleados. La mayoría de ellas se encuentra en la ciudad de Shenzhen, que emplea a unas 300.000 personas.

Muchos trabajadores aseguran que solo tienen tiempo libre para comer y dormir. Además la mayor parte del día la pasan de pie y recogen técnica sin descanso. En los últimos años, Foxconn ha sido criticada por la brutal explotación a la que somete a sus trabajadores en sus fábricas, en particular tras una serie de suicidios ocurridos en 2010. Tras aquellos sucesos, la empresa instaló en el complejo industrial un departamento especial destinado a evitar el suicidio y contrató a psicólogos para el personal.

Foxconn siempre ha rechazado las acusaciones tachándolas de "infundadas". La empresa está dispuesta a dar acceso a sus plantas de ensamblaje a los periodistas para que vean con sus propios ojos las condiciones en las que trabajan los empleados. La compañía informó que ya ha aumentado los salarios a los empleados entre un 16 y un 25% y que planea contratar a miles de nuevos empleados para evitar las horas extras.