La gata, que se llama Nono-chan y tiene 12 años, permanece sentada en una postura similar a la de un ser humano, con sus patas delanteras apoyadas sobre la barandilla, las traseras colgando y la cara dirigida hacia la puesta del sol. Remitiéndose al blog del dueño de la gata, algunos internautas aseguran que ella suele adoptar tales posturas, no sólo durante los paseos, sino también en casa, razón por la que es conocida en esta localidad japonesa.