Por su parte, el Gobierno de Franco defiende la importación de las semillas transgénicas para su uso en la próxima campaña algodonera, y asegura que ayudará a que los agricultores obtengan más ganancias.
“En esta difícil coyuntura en la cual nos ha colocado el Gobierno golpista, las organizaciones campesinas e indígenas se unen en la defensa de la semilla nacional y nativa para evitar la caída de los agricultores más humildes en manos de los grandes agroexportadores", dijo Luis Aguayo, dirigente de la Coordinadora de Organizaciones Campesinas e Indígenas de Paraguay, a Prensa Latina.
Asimismo, de acuerdo con ese mismo medio, Aguayo declaró que no se trata solo de una semilla, sino de todo un paquete tecnológico producido por Monsanto, en el cual los herbicidas y agrotóxicos que se deben aplicar a la siembra representan un serio peligro tanto para el medio ambiente como para la salud de los agricultores.
Jornada de protestas contra Monsanto en todo el mundo
Además de la marcha convocada en la capital paraguaya, el movimiento Ocupa Monsanto organizó una serie de protestas en más de 60 ciudades de todo el mundo contra la corporación estadounidense de agroquímicos y el uso de organismos y productos con modificaciones genéticas.
La convocatoria principal se realizó en la ciudad de San Luis, en el estado de Misuri (EE.UU.), donde la empresa tiene ubicada su sede y sus laboratorios.