Según el decreto, los católicos que dejen de declararse miembros de esta confesión y de esta manera dejen de contribuir con sus impuestos a la Iglesia, automáticamente dejan de pertenecer a esta. Antes era algo habitual en estos casos, pero a partir de ahora ya es una norma reflejada en un documento legal.
Anualmente alrededor de 100 000 católicos alemanes apostatan para dejar de pagar, ya que según las leyes locales para eximirse de pagar el impuesto eclesiástico, un 10% sobre el total de impuestos pagados, es obligatorio realizar este procedimiento o declarar que no se pertenece a ninguna iglesia. No obstante, muchos apóstatas no dejan de ir a misa y recibir los sacramentos.
La redacción del decreto se debe a una demanda presentada en 2007 por Hartmut Zapp, un jurista alemán, quien tras declararse no católico y dejar de pagar el impuesto presentó una demanda a la Iglesia católica para defender su derecho a seguir siendo miembro de la misma. El caso tiene que ser estudiado por una corte alemana el próximo 26 de septiembre.
El hecho de dejar de pagar el impuesto, no obstante, no equivale a la excomunión. Los que tomen la decisión de apostatar serán invitados a una cita con su párroco, quien intentará hacerlos cambiar de opinión.