El daño a su salud física y moral fue valorado por el ex militar y sus representantes legales en 10 millones de dólares y se presentó una demanda correspondiente al caso ante la corte de distrito del estado. Según el abogado de Nash, Larry Jones, su cliente ingresó en el hospital para una operación en el pene. Después del procedimiento, le pusieron una bolsa de hielo en la ingle para reducir el dolor y el edema.
Normalmente se deja por unas dos o tres horas, pero en esta ocasión este periodo se prolongó por 19 horas, según el demandante, mientras que las enfermeras le cambiaban la bolsa regularmente para que el hielo no se derritiera. Como consecuencia de este 'despiste', el miembro del paciente terminó por sufrir una congelación, lo que a su vez causó gangrena, después de lo cual tuvo que ser amputado.
“Además de robarle su masculinidad, también le privaron de la simple capacidad para orinar como cualquier otra persona de este mundo”, aseguró el abogado. Añadió que inicialmente Nash trató de recibir una compensación por parte del Gobierno por vía no judicial, pero el pasado mes de julio el Departamento de Asuntos para Veteranos le negó su solicitud y la víctima se vio obligada a acudir a los tribunales y emprender acciones legales.