En el sondeo participaron personas de 18 a 85 años de edad que usaban sus 'smartphones' para informar regularmente a los investigadores del deseo que les surge de entrar en sus perfiles de Facebook o Twitter. También les escribían cuando querían practicar sexo o consumir alcohol o cigarrillos, entre otros productos. Según los resultados finales, nada resultó ser tan atractivo para la gente como usar las redes sociales.
“Lo que las hace tan difíciles de resistir es su alta disponibilidad y la falsa sensación de que abrir la página web correspondiente no cuesta nada”, explicó Wilhelm Hofmann, el científico que encabezó el estudio, en una entrevista al periódico 'Los Angeles Times'.
Curiosamente, entre las cosas más adictivas también figura el trabajo. Incluso los que logran combatir su deseo de sexo, de compras o de fumar un cigarrillo, se rinden cuando se trata de su ocupación profesional.
Anteriormente, los científicos de Harvard averiguaron que publicar un comentario en redes sociales como Facebook produce el mismo placer que el sexo o una deliciosa comida.