Las festividades nacionales, llamadas respectivamente Día de la Raza y Día de la Descolonización, han servido de alternativas al Día de la Hispanidad celebrado en España. Las marchas más multitudinarias tuvieron lugar en Ciudad de México y La Paz.
Esa coincidencia se debe a que en estos países se percibe negativamente todo lo que se considera progreso en Europa, opina el analista bonaerense Pablo Vascello.
Los viajes de Colón y la posterior colonización española causaron graves efectos a los pueblos de América, tales como "pérdida de valores, pérdida de humanidad, pérdida de recursos y de la riqueza, de la cultura", enumera el experto. "Seguramente esto tiene mucho que ver con este debilitamiento provocado por la colonización, pues aún nos cuesta y nos ha costado tanto liberarnos de otras nuevas y más modernas colonizaciones”, sostiene.
En la capital mexicana los manifestantes, mayormente indígenas, marcharon por las calles y celebraron un espectáculo de bailes frente al monumento del penúltimo gobernante azteca, Cuitláhuac. Para muchos de ellos fue una jornada “de identidad y de resistencia”, según confesaban a los medios de información.
En las calles de La Paz los indígenas aimara intentaron recrear algunos de los ritos ancestrales de la época prehispánica. Un acto festivo acompañado con el espectáculo de danzas fue oficiado por el presidente de Bolivia, Evo Morales. El mandatario destacó la descolonización cultural como el más importante entre los tres tipos de descolonización, además de la económica y la política.