Entre 1942 y 1944 Heuzé estuvo forzado a trabajar en Daimler-Benz, fabricando tanques, vehículos blindados y motores para aviones militares. Durante todo ese tiempo, escribía a sus íntimos sin cesar, pero, aparentemente sus mensajes fueron confiscados por la censura nazi. Sin embargo, no fueron eliminados.
Las cartas fueron descubiertas por la coleccionista estadounidense Carolyn Porter en una feria de antigüedades en Stillwater (Minnesota). La mujer casi no habla francés, pero numerosas expresiones de cariño como 'mes petites chéries' (mis pequeños queridos), 'mon petit loup' (mi lobo pequeñito) y 'mon petit trésor' (mi pequeño tesoro) atrajeron su atención. Las compró y entregó a un intérprete profesional para traducirlas.
En cuanto pudo leer los mensajes, quiso descubrir la historia de la familia. "Fue tan bello y desgarrador. Quise saber dónde había vivido, si este hombre había podido volver a su familia. Sabía que era muy poco probable, las cosas que contaba eran realmente horribles, pero yo estaba esperando encontrar un final feliz", comenta Porter, según recoge el diario británico 'The Telegraph'.
Tras un largo período de pesquisa, la coleccionista finalmente logró localizar a los Heuzé y entregarles las cartas para descubrir que Marcel había logrado salir del campo con vida y reencontrarse con su familia. Murió hace 20 años. Su esposa falleció hace siete.