La base, donde predominan datos de los ciudadanos de Estados Unidos, Canadá y Europa, le costó a Shopov solo cinco dólares; es decir, 0,000005 dólares por cada persona.
Al parecer la base de datos procede de un usuario de la página web Gigbucks, quien, por su parte, asegura que los datos fueron recogidos a través de sus propias aplicaciones de Facebook.
Shopov afirma que después de publicar un post en su blog, contando sobre este negocio tan ventajoso, recibió una llamada de Facebook. Rogaron que les enviara las copias de los archivos comprados, eliminara los originales y nombrara la tienda online que se los había vendido. Además, le prohibieron divulgar la información sobre aquella conversación telefónica.
Según la revista 'Forbes', ahora Facebook está investigando este hecho, mientras que sus abogados amenazan a Shopov con acciones judiciales.