El método de Dmitri Tarasov consiste en parar su coche en un lugar donde, según ha advertido, los conductores que intentan evitar el atasco van por el borde de la pista, bloqueando a otros automovilistas e impidiéndoles entrar en la carretera.
Después de llevar a su hijo a la guardería, Dmitri va a este lugar de lunes a viernes y aparca su coche en el borde interior de la circunvalación, cerca de la entrada, que permite a los demás acceder a la autopista circular con mayor rapidez. “De todos modos llego a mi oficina a la misma hora de siempre. Una hora aquí es suficiente para que disminuya el flujo de coches y se normalice el movimiento”, cuenta Dmitri.
Aunque algunos lo critiquen, la mayoría de los conductores que pasan por este camino cada día y conocen a Dmitri están agradecidos y admiten que así superan esta parte de la autopista hasta 4 veces más rápido, llegando a llamarle 'Santa'. Dmitri incluso tiene seguidores que hacen lo mismo cuando él no está. A los que le increpan y señalan que su acción es ilegal, Dmitri les responde que no infringe las reglas.
Moscú es una de las ciudades con los mayores atascos del mundo. Este año la cantidad de coches aumentó en 380.000 unidades. Los ciudadanos, cansados de los atascos, forman movimientos para luchar contra las violaciones del reglamento de circulación.