Frank Jones se desesperó al enterarse de que su hijo era drogadicto y necesitaba un costoso tratamiento para desintoxicarse. Además, el pago al centro de rehabilitación había de realizarse con prontitud.
Siguiendo el consejo de un amigo, el jubilado decidió cultivar cannabis frente a su casa y dedicarse a su distribución. En menos de un mes logró una plantación valorada en unos 19.000 dólares, aunque el jubilado afirma que no sabía que el precio fuese tan alto.
Cuando la Policía llegó a su casa y le confiscó las plantas, el anciano confesó que se daba cuenta de que lo que hacía era ilegal. Sin embargo, destacó que cualquiera hubiera hecho lo mismo para salvar a un hijo.
Por el momento el Jones está a la espera del juicio que se celebrará dentro de unos meses.