"Nos trajo a su cría y se fue...", supuso el vigilante de la reserva. "Encontramos su cuerpo a unos 300 metros de la casa con una terrible herida en el vientre y el cuerno cortado", agregó. Por el momento su cría, de 18 meses, está siendo vigilada por los especialistas y se encuentra en un lugar seguro junto a los otros rinocerontes que fueron salvados.
Sin embargo, los miembros de la reserva tienen miedo de que tarde o temprano los cazadores furtivos, que atacaron a los rinocerontes durante tres o cuatro días y mataron en total a ocho animales, vuelvan por los demás.
Los cuernos del rinoceronte son altamente apreciados en el mercado negro de África del Sur. Se estima que un kilo de cuerno puede llegar a costar unos 60.000 dólares, lo que convierte a este animal en objetivo de la caza furtiva.