Jones propuso borrar de los mapas la ciudad entera durante una entrevista concedida a la cadena de televisión local CBS Detroit. Precisó que se trata de una posibilidad de restructurarla, reuniéndola con el condado de Wayne, dentro de cuyos bordes se encuentra.
A su juicio, hay que mirar esta medida antes de que las autoridades federales de EE.UU. declaren a Detroit en bancarrota. En este último caso, advierte, “sufrirá cada empleado de los de abajo, sufrirá la ciudad, mientras que unos buitres entrarán, tomarán las joyas de Detroit y se irán”.
Las autoridades municipales lucharon durante varios años por lograr un presupuesto equilibrado, mientras que la población de la ciudad disminuía, caían sus ingresos y la fabricación de automóviles estaba en declive. Últimamente reciben críticas severas por su escasa capacidad de manejar los problemas existentes y por haber multiplicado las deudas.