En sus demandas la organización cita el ejemplo de Suecia, donde la política de las autoridades en este ámbito, que sigue en desarrollo constante, favoreció que la prostitución callejera disminuyera considerablemente. En este país pagar por los servicios de una meretriz es ilegal y la responsabilidad penal recae en el cliente, y no en la prostituta. El hombre puede afrontar hasta 4 años de cárcel.
La prostitución es una forma de violencia, es un obstáculo para la igualdad de género y es una puerta abierta para el desarrollo del crimen organizado"
Hoy en día la prostitución con ciertas condiciones es legal en países europeos, como Países Bajos, Alemania, Austria, Suiza, Gran Bretaña, Grecia, Italia, Turquía, Letonia y Hungría, que fue el primero en legalizar esta práctica.
Según la opinión de algunos expertos, Países Bajos ha logrado más éxito en esta materia y su experiencia sería ejemplar para varios países donde la prostitución sigue siendo ilegal. En este país, las mujeres y los hombres que se ganan la vida con su cuerpo, se les concedió igualdad de derechos que al resto de trabajadores: pagan impuestos y a cambio tienen seguro médico, pensiones y otros beneficios sociales.
La esclavitud del siglo XXI
Sin embargo, las organizaciones feministas y defensores de derechos humanos insisten en que la legalización en cualquiera de sus formas no acaba con el problema de la prostitución, y por lo tanto, acuden a la legislación europea para exigir que se tomen medidas al respecto.
"La prostitución es una forma de violencia, es un obstáculo para la igualdad de género y es una puerta abierta para el desarrollo del crimen organizado", asegura en un comunicado uno de los activistas.
Las asociaciones sostienen que en cualquier país donde se desarrolla la práctica de la prostitución de manera legal o ilegal, un gran porcentaje de las mujeres involucradas son explotadas sexualmente. Las mujeres son obligadas a prostituirse, se convierten en objetos de tráfico de personas, sufren abusos por parte de los clientes y jefes, viven en las condiciones pésimas en los prostíbulos.
Hasta en Países Bajos la situación no es tan modélica como se la pinta. No en vano, el informe del grupo gubernamental 'Budapest' reveló que el 80 % de las mujeres de los prostíbulos en este país son inmigrantes víctimas del trafico de personas.