En primer lugar se preguntó al encuestado si pediría vacaciones esos días y se le pidió que argumentara su respuesta. El resultado indica que el 24% respondió afirmativamente y reconoció es muy supersticioso como para trabajar este día. Además, el 33% de todos los participantes se muestra muy precavido y pedirían el salario por adelantado.
Los resultados mostraron que el 65%, independientemente de su deseo de ir o no a la oficina, volverán a su trabajo si no pasa nada, ya que la vida sigue su curso. Por el contrario, un 13% señaló que no volvería a su trabajo y que replantearía sus objetivos en la vida.
En otra de las cuestiones se pregunta qué le diría a su jefe si se acabara el mundo. El estudio afirma que un 47% no le diría nada porque tiene una buena relación con él. Sin embargo, el resto de los que sí le dirían algo se divide a partes iguales entre quienes le revelarían los apodos que le pusieron, quienes le dirían todo lo que nunca se atrevió a decirle. Unos le dirían que aprendió mucho de él o de ella, y otros le reprocharían no haber reconocido su labor como empleado, no haberle subido jamás el sueldo, no haber sido nunca un líder o, directamente, le espetarían que es el peor jefe que ha tenido.