EE.UU. detuvo a unos 200 niños en Afganistán durante la guerra

Al menos 200 adolescentes fueron detenidos por las Fuerzas Armadas de los EE.UU. en Afganistán desde 2008, informó el Departamento de Estado a la ONU en Ginebra.
Los niños fueron mantenidos presos durante períodos largos en una cárcel al lado de la Base Aérea de Bagram (Afganistán), se indica en el informe enviado a la ONU para actualizar la información sobre el cumplimiento por parte de EE.UU. de la Convención de los Derechos del Niño.

Algunos siguen reclusos en el Centro de Detención de Parwan, que será devuelto al Gobierno afgano. Muchos han sido puestos en libertad o entregados al Ejecutivo de Afganistán, según el informe.

Críticas

Tina M. Foster, directora ejecutiva de la Red Internacional de Justicia (International Justice Network) que representa a los adultos y adolescentes detenidos en Bagram, duda del numero citado en el informe “porque hay miles y miles detenidos en Bagram”.

El período de detención es demasiado largo, comenta Jamil Dakwar, director del programa de derechos humanos de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles. Es inaceptable, recalca Dakwar, ya que los niños durante este tiempo están sometidos a riesgo aumentado de abuso físico y psicológico, sobre todo si no tienen acceso a la protección garantizada por la ley internacional.
  Al ser los niños mantenidos recluidos no como un castigo, como se destaca en el informe, sino para prevenir su participación en combates, no se imputaban acusaciones oficiales contra EE.UU. ni se les concedía ayuda legal a los detenidos. “La ley sobre conflictos armados permite a EE.UU. detener a combatientes hasta el fin de las hostilidades sin imputaciones porque no son detenidos como delincuentes para ser castigados en procesos penales”, cita el informe mencionando el caso ‘Hamdi vs.Rumsfield' instruido en 2004 por la Corte Suprema de los EE.UU.
  Pero EE.UU. está combatiendo no contra cuerpos regulares, sino contra Al Qaeda, Talibán y otros grupos terroristas, sin un comienzo oficial de la guerra. En estas circunstancias solo Washington puede decidir cuándo terminan oficialmente las hostilidades. Los niños apresados no llevaban uniforme ni fueron detenidos en el campo de combate, comenta Foster: “No estamos hablando sobre detenciones en el campo de combate, estamos hablando sobre la gente que vive en casa”.
  En enero el Departamento de Estado enviará una delegación a Ginebra para presentar el informe ante el Comité de los Derechos del Niño y contestar a las preguntas que pueda tener el Comité de la ONU.