El estudio titulado 'Libertad de Pensamiento 2012: Un Informe global sobre la discriminación contra los humanistas, los ateos y los no religiosos' fue publicado por la Unión Internacional Humanista y Ética.
El informe comenta leyes que violan la libertad de conciencia en 60 países y enumera varios casos individuales en los que los ateos sufrieron persecución por sus convicciones. Según el análisis, los ateos se enfrentan a la peor discriminación en países como Afganistán, Irán y Pakistán. Además, la publicación de puntos de vista ateos o humanistas está rigurosamente prohibida en países como Bangladés, Egipto e Indonesia.
En la mayoría de estos países, los ciudadanos están obligados a registrarse como partidarios de una religión oficialmente reconocida: normalmente el cristianismo, el judaísmo o el islam. Sin este registro, los ciudadanos no tienen derecho a recibir servicios médicos, conducir, asistir a la universidad o viajar al extranjero, lo que obliga a los no creyentes a mentir.
Pero no sólo los países orientales carecen de libertad de conciencia. El ‘ilustrado’ Occidente tampoco es tolerante con este grupo de población, según el estudio. En Estados Unidos, por ejemplo, “a los ateos y gente no religiosa los hacen sentir menos estadounidense que a los demás”. En al menos 7 estados de EE.UU., los ateos no pueden ser funcionarios públicos, mientras que en Arkansas no se les permite ejercer de testigos en procesos judiciales.
En Suiza, un maestro de escuela fue despedido de su trabajo en 2010 después de hacer pública su preocupación sobre la promoción por parte del Estado de la religión católica en las escuelas. "Le informaron al maestro de que fue despedido por haber sacado el crucifijo de las aulas de la escuela pública en la que trabajaba", asegura el informe, mencionando este caso entre otros muchos.
Heiner Bielefeldt, el Representante Especial de la ONU para la Libertad de Religión o Creencia, se pronunció a favor de la publicación del informe y expresó su preocupación por la falta de atención que los grupos de derechos humanos internacionales muestran con respeto a la violación de los derechos de los no creyentes.