Para los crónicos el costo del servicio ascenderá hasta a 60 euros al mes, según han calculado en las asociaciones de enfermos. Se planifica cobrar a quienes padecen de tumores malignos y necesitan acudir a un hospital a recibir radio o quimioterapia. Para los enfermos de riñón que necesiten diálisis el aporte será menor, aseguran los funcionarios del Ministerio de Sanidad.
El borrador de la orden ministerial estipula que el cobro se requerirá incluso a los "accidentados que no se encuentran en una situación de urgencia o emergencia y que por causas exclusivamente clínicas estén incapacitados para desplazarse por sus propios medios a un centro sanitario".
Lógicamente, cada enfermo deberá pagar el traslado del hospital a casa después de recibir el alta clínica, aunque un médico considere necesaria la ambulancia.
La propuesta provocó el inmediato rechazo de varias comunidades autónomas, así como de las asociaciones de enfermos y trabajadores del sistema sanitario público. Entre los argumentos predomina el que sostiene que los enfermos "no tienen por qué pagar nada", algo deja muy claro la Constitución del país.