En 2011 le extirparon un tumor cerebral a Neon Roberts, sin embargo requería un tratamiento posterior. La madre del niño Sally Roberts, de 37 años de edad, rechazó la radioterapia ya que en su opinión podía dañarle.
Los médicos comunicaron a la corte que el niño necesitaba una segunda operación y podía morir si no recibía el tratamiento, sin embargo su madre no daba su consentimiento.
El martes el juez Bodey decretó que el niño sería operado el miércoles.
Anteriormente Sally Roberts había escapado
con su hijo para que no recibiera radioterapia, provocando así la búsqueda nacional del niño el pasado 5 de diciembre.
Durante un juicio oral el 7 de diciembre, los médicos comunicaron a la corte que habían recomendado que Neon recibiera radioterapia para que no muriera. Por su parte la señora Roberts explicó que había huido por el temor de que el tratamiento pudiera resultar en daño cerebral e infertilidad para su hijo.
El pasado martes, los médicos llegaron a la conclusión de que el niño necesitaba ser operado urgentemente porque la tomografía por resonancia magnética revelaba que el tumor residual tenía 1,5 centímetros cuadrados.
Según los doctores, "era muy probable" que Neon muriera "bastante pronto" si no recibía tratamiento después.
El juez expresó su solidaridad con la madre de Neon, pero destacó al mismo tiempo la necesidad de determinar urgentemente el tratamiento posterior del niño.