En la ciudad mexicana de Mérida es difícil encontrar un letrero publicitario que no aluda a la antigua civilización, sobre todo ahora, en vísperas del 21 de diciembre, la fecha que pone punto final al calendario maya, interpretada por algunos como un posible apocalipsis y que, en cualquier caso, resultó ser un atractivo para el comercio.
Debido al interés que despierta este 21 de diciembre, las autoridades de Yucatán esperan un incremento del turismo, entre un 5 y un 7 por ciento, en comparación con la temporada anterior. Para la ocasión organizaron un Festival de la cultura maya que incluye seminarios, conferencias, conciertos y presentaciones. El éxito del evento podría convertirlo en un acontecimiento anual.
“La respuesta que hemos recibido de la ciudadanía ha sido magnífica. Las conferencias han estado llenas, había alta participación en los eventos abiertos. Yo creo que el retorno de la inversión en este sentido será maravilloso, esperemos en los próximos años ese incremento o esa variación sobre la llegada de turistas para conseguir que este festival de cultura maya sea un éxito, como seguramente lo será”, indicó a RT Santiago González Abreu, director de promoción del estado de Yucatán.
Aunque el lema del festival reza ‘De Yucatán para el mundo’, los representantes del gobierno local dicen no tener intención de atraer grupos de extranjeros adinerados a la región, sino, en primer lugar, mostrar atención y respeto hacia sus propios ciudadanos. Los representantes de las comunidades indígenas se entusiasman con el brote de interés hacia la cultura ancestral. Al mismo tiempo, admiten que, últimamente, hay más y más personas que tienen como objetivo comercializar la herencia de los maya.
Los historiadores no tienen una opinión unánime sobre los cambios que los maya predijeron para la llegada de una nueva era. Sin embargo, si la fiebre mundial respecto a la supuesta fecha apocalíptica revitaliza la antigua cultura, esto ya sería un gran paso para la sociedad.