Para el 21 de diciembre, día en que se acaba un ciclo según el calendario maya, el búnker ofrece una fiesta para celebrar este acontecimiento.
Más de 300 personas pueden comprar las entradas, que cuestan alrededor de 1.600 dólares.
Según un sitio web que se dedica a la venta de las entradas, ya son 100 las personas que desean "recibir el fin del mundo de forma segura con sus queridos amigos y parientes".
El Búnker-42 fue construido en los años sesenta ante un posible ataque nuclear. Está situado a 65 metros bajo tierra, cuenta con ocho pisos y una superficie total de 7.000 metros cudados. Actualmente sirve de museo dedicado a los tiempos de la Union Soviética.