América
En EE.UU., 25 millones de personas -el 12% de la población- cree en la interpretación apocalíptica del calendario maya, según la NASA, y parece que algunos saben sacar tajada a esta histeria masiva: Un diseñador de refugios "de lujo" -que vende a un precio de 75.000 dólares- ha recibido un número enorme de pedidos.
América Central y América del Sur, presas de la fiebre turística, sobrellevan el temor al fin del mundo de forma mucho menos histérica. No en vano, Guatemala celebra el comienzo de una nueva era para la humanidad con ceremonias inspiradas en la cultura maya, pero si encender la llama apocalíptica.
Sin embargo, no todos los países latinoamericanos afrontan la fecha del posible apocalipsis con tranquilidad. En Argentina, por ejemplo, se registraron disturbios y saqueos de supermercados en la ciudad turística de San Carlos de Bariloche. El boom de los saqueos también se extendió a Santa Fe, Entre Ríos y Chaco.
Asia y Europa
En China la policía practica redadas masivas para detener a los así llamados 'predicadores del apocalipsis': el pasado viernes fueron detenidos más de un millar de sectarios que difundían rumores sobre el final de los tiempos. La gran mayoría de los detenidos implicados en la distribución de folletos, libros, películas y otros materiales de tema apocalíptico son miembros de la secta cristiana Dios Todopoderoso, cuyas actividades están prohibidas en China.
Mientras, en Suecia el apocalipsis ha sacado a relucir el lado más astuto de la policía, que aprovecha el momento de pánico para lanzar llamamientos dirigidos a los delincuentes que se ocultan con la esperanza de que teman comparecer ante el Juicio Final con cargos de conciencia.
En su página de Facebook, la policía distribuyó el siguiente comunicado: "Tenemos una gran cantidad de robos, asaltos e incluso un par de asesinatos sin resolver. Vengan y confiesen, de todos modos no tienen nada que perder. Y para que no se sientan frustrados por su arresto, le organizamos una recepción alusiva al fin del mundo. Prometemos que la comida será mucho más sabrosa que la precocinada de microondas". El llamamiento no produjo el efecto deseado pero generó más de 40.000 "me gusta".
Mientras, en Italia los propietarios de un restaurante ofrecen a los visitantes 'pizza apocalíptica' y 'vino del Juicio Final' de las bodegas locales.
Rusia
En Rusia, a pesar de que el presidente Vladímir Putin colocó todos los puntos sobre las íes sobre el apocalipsis al declarar que el mundo se acabará dentro de 4.500 millones de años, hay muchos que creen en el fin del mundo. Tanto, que dicho temor les lleva a hacer locuras, como a una pensionista que saltó por la ventana de su apartamento en Moscú.
El lado más rentable del apocalipsis lo ha sabido ver un búnker en el centro de Moscú, herencia de los tiempos de la Guerra Fría, que vende entradas para una fiesta organizada para festejar y aguardar de forma "segura" el fin del mundo.