El incidente ocurrió en Avaré, una ciudad en el estado de São Paulo situada a 270 kilómetros de la capital brasileña.
Según la declaración de un compañero de este policía, Mauricio José Raimundo, el basurero, llamado Antonio Marcos dos Santos, fue detenido cuando se dirigía a la iglesia en la ciudad de Avaré.
Cuando el hombre levantó las manos, uno de sus perseguidores vio un bulto en su bolsillo y pensando que era una pistola, abrió fuego. Sin embrago, resultó que no era un arma, sino una Biblia.
El oficial que cometió este fatal error permanecerá en detención en espera del resultado de la investigación policial que se lleva a cabo sobre el caso.