A finales del año pasado, los trabajadores de una plantación de té ubicada en el estado de Assam protagonizaron una revuelta: más de 700 manifestantes rodearon y prendieron fuego a la casa de campo del dueño de la plantación, que murió quemado junto con su esposa.
"La investigación reveló que al menos cinco trabajadores comieron carne del plantador y de su esposa después de que fueran asesinados brutalmente", indicó el jefe adjunto de la policía local.
Todo parece indicar que la causa de la rebelión fue el desalojo de 10 obreros de sus habitaciones por parte del empleador, lo que desató la ira de los demás. Según la policía, 15 personas estuvieron involucradas directamente en el asesinato, nueve de los cuales se encuentran actualmente en prisión preventiva, acusados de canibalismo y homicidio.
Assam produce alrededor del 55% del té de la India. En sus plantaciones los trabajadores se alojan en habitaciones incómodas, carecen de servicios médicos y las garantías laborales no se cumplen.