La rara afición del italiano consistía en crear páginas en Twitter que presuntamente pertenecían a personas famosas, incluyendo al primer ministro italiano, el presidente afgano y otras celebridades. De Benedetti publicaba comunicados de la muerte de esas personas públicas, como JK Rowling, Fidel Castro, Mijaíl Gorbachov o el Papa.
El autor está orgulloso de haber hecho que los precios del petróleo se dispararan tras anunciar la muerte del presidente sirio Bashar al Assad o de haber causado la actualización de la página de Wikipedia dedicada a Gorbachov con la fecha de su muerte.
Contestando a las acusasiones sobre el perjuicio que acarrea a sus víctimas, De Benedetti dice: "Solo lo hago con personalidades de primer orden que tienen todos los medios necesarios para desmentirlo rápido. Nunca anunciaría la muerte de un escritor de segundo orden o la de mi vecina".
Benedetti explicó que nunca había perseguido intereses egoístas, el único objetivo de este juego es "mostrar que Twitter se convirtió en una agencia de prensa… y la menos fiable del mundo".
"Quiero demostrar la fragilidad de los medios sociales, en donde cualquiera puede ser cualquiera. Es una amenaza grande que quiero denunciar", declaró Benedetti, exhortando a los periodistas a que sean "más prudentes, que procedan a todas las verificaciones necesarias, sobre todo en los pequeños medios, las pequeñas radios o las páginas de internet que caen fácilmente en la trampa".