Crean una línea de ropa que resulta 'invisible' para los drones

Un artista de Nueva York crea una línea de prendas que pueden burlar algunas de las formas más sofisticadas de vigilancia actuales, como las cámaras de infrarrojos de helicópteros y drones de vigilancia.
El artista Adam Harvey asegura que en los años posteriores a los atentados del 11 de septiembre de 2001, las cámaras dejaron de ser "herramientas para crear arte” y pasaron a convertirse en instrumentos que "facilitan el control de la sociedad”, informó la página web dedicada a nuevas prácticas artísticas vinculadas con la tecnología 'Rhizome.org'.

Anteriormente, Harvey experimentó con el maquillaje y la forma de aplicárselo para que los equipos que utilizan programas de reconocimiento facial sean incapaces de reconocer a las personas. El efecto ‘camuflado’ se consigue, según Harvey, poniendo un poco de maquillaje asimétricamente debajo o inmediatamente encima de los ojos, logrando de este modo despistar al software. De hecho, sostiene que esta manera de maquillarse es más eficiente a la hora de burlar dichos equipos que una barba postiza.
En su nuevo proyecto, no obstante, ha decido aventurarse hacia algo totalmente nuevo: prendas contra las formas más sofisticadas de vigilancia actuales. 
El próximo 17 de enero presentará en Londres esta revolucionaria línea de ropa, creada con la colaboración de la diseñadora  Johanna Bloomfield, que evitará, afirma, que muchas personas sean vigiladas de cerca por el ojo del Gran Hermano.
Entre las sofisticadas prendas que dará a conocer se encuentran por ejemplo una sudadera con capucha y un pañuelo anti-drones, fabricado con materiales que impiden la toma de imágenes térmicas de las cámaras infrarrojas de helicópteros y drones de vigilancia y una camisa que protege los órganos internos de los dañinos rayos-X. También presentará el 'Pocket Off', un accesorio que se aplica en el bolsillo de los pantalones y que bloquea la señal de los teléfonos celulares, impidiendo así el envío y recepción de mensajes y llamadas.
Actualmente, EE.UU. emplea su arsenal de vehículos aéreos no tripulados en misiones de vigilancia en su frontera con México así como en zonas de guerra en el extranjero. Según la Administración Federal de Aviación, en 2020 el número de drones en el espacio aéreo nacional estadounidense podría alcanzar los 30.000.