Asimismo, grabaron un video, que no tardó en causar furor en Internet.
Los internautas, así como los vecinos del lugar y la propia pareja, no se cansan de proponer hipótesis sobre quién podría haber 'decapitado' a este enorme reptil, de unos tres metros.
Algunos creen que el cocodrilo cayó víctima de cazadores furtivos, y otros señalan a hipopótamos o tiburones tigre como posibles culpables.
Neale y Brigitte, por su parte, están seguros de que el asesino fue uno de los tiburones blancos que a menudo aparecen cerca de las costas de Santa Lucía. Incluso muestran las marcas en la cabeza del animal que podrían haber sido dejadas por los dientes del escualo.