Según Pillay, la situación en el país es "la verdadera antítesis" de las normas internacionales. "Una investigación en profundidad de una de las peores situaciones de Derechos Humanos en el mundo, pero de las que menos se sabe e informa, está no sólo plenamente justificada, sino que lleva mucho retraso", insiste.
La Alta Comisionada subraya que la comunidad internacional presta mucha atención al programa nuclear norcoreano y a los lanzamientos de cohetes, pero que esto no debería dejar a un lado la cuestión humanitaria que -asegura- "afecta a casi toda la población y no tiene parangón en ningún otro lugar del mundo". Pillay también ha lamentado que la llegada al poder de Kim Jong-un hace un año no se haya traducido "mejoras" al respecto.
Se calcula que en el sistema de campos de detención norcoreanos puede haber unos 200.000 reclusos. Pillay advierte que las condiciones de vida en estos centros penitenciarios son "atroces", debido a la falta de alimentos y ropa adecuada, y a la escasa asistencia médica. Las violaciones de derechos humanos, "incluida la tortura y otras formas de trato cruel e inhumano, ejecuciones sumarias, trabajo esclavo y formas de castigo colectivo" que se registran en estos campos podrían equivaler a crímenes contra la Humanidad, según la Alta Comisionada. La iniciativa de Pillay podría debatirse durante la próxima sesión de cuatro semanas del Consejo de los Derechos Humanos de la ONU que empezará el 25 de febrero.