"Los refugiados sirios interrogados por IRC refieren la violencia sexual como la primera causa para huir del conflicto", problema que se ve agravado por "la falta alarmante de medicamentos y de servicios psicológicos para ayudarles a recuperarse en los países de refugio", reza el informe, que recoge las historias de las mujeres y jóvenes que fueron secuestradas, violadas, torturadas e incluso asesinadas.
En muchos casos las víctimas de distintas partes del país fueron víctimas de los abusos en público o en su propia casa, a menudo en presencia de los miembros de sus familas. Según el informe, la mayoria de los atacantes fueron hombres armados.
En uno de los casos más extremos el padre mató a su propa hija al ver a un grupo de hombres armados acercándose a su casa para evitar que fuera violada.
Entre las víctimas que sobrevivieron a una violación hay pocas que se atrevan a denunciar el delito, ya que, según las estrictas normas sociales, se sienten "deshonradas" o tienen miedo de la venganza de sus atacantes. Otras, como narra el informe, tienen miedo a denunciar el abuso porque pueden morir a manos de sus propios parientes, pues consideran que una mujer o joven violada avergüenza a la familia. También se reportan los casos de violación sexual contra menores.
Según los autores del informe, el número de los civiles desplazados dentro del país supera ya los 2 millones de personas y el número de los refugiados en los paises vecinos, como Líbano, Turquía, Jordania, y Irak alcanza las 600.000 personas.
Según los últimos datos de la ONU, desde que comenzó el conflicto en Siria se ha cobrado la vida de más de 60.000 personas.