La grasa se había preservado en barriles de madera que se pudrieron en el agua, y los trozos hasta ahora conservaban su forma. Según la administración del parque natural local, las aves y perros estaban felices con el hallazgo.
No es la primera vez que víveres de la época de la Segunda Guerra Mundial aparecen en esta playa escocesa. Según Angus McHard, un residente local, algo similar ocurrió hace seis décadas, a principios de los años cuarenta. Él contó que cuando era un niño, unas barriles de grasa se quedaron encallados en la costa.
"Unas barricas estaban selladas, mientras que en otras barricas la grasa se fugó. La abuela la hirvió, para quitarle la arena. Fue un gran hallazgo porque durante la guerra sufríamos hambre".
Según un funcionario del parque natural, Therese Alampo, los visitantes del santuario se sorprendieron de lo que vieron en la playa. La grasa estaba cubierta por moluscos, sin embargo eso no impidió que los perros disfrutaran del producto.