El valiente abuelo no se asustó y se acercó al escualo de casi dos metros. Tras una breve lucha y con el apoyo de un ex inspector de fauna silvestre, logró agarrarlo por la cola y arrastrarlo lejos de la costa, donde jugaban los niños.
“Sabía que era peligroso, pero también parecía hermoso. Uno tiene que tener respecto por un hermoso animal”, contó el turista.
Además, explicó que su objetivo no fue solo proteger a los niños, sino también salvar al propio tiburón, llevándolo a aguas más profundas donde estaría fuera de peligro.
La hazaña fue grabada por un equipo de televisión local, que por casualidad se encontraba en la playa, filmando otra historia.